domingo, 13 de febrero de 2011

EL ITALIANO QUE QUERÍA ABRIR UNA PIZZERIA EN PÄRNU (SIN SABER HACER PIZZA)


Ayer tomé un café con un italiano novio de una amiga de mi novia. Está en una situación parecida a la mía, buscándose la vida en Pärnu sin dejar atrás la posibilidad de volver a la crispada Italia...y esperando un bebé. Aproximadamente para dos semanas después que nosotros.

Lleva casi un año aquí y me sorprendió tener que traducirle el menú de la cafetería. "El estonio es un idioma muy dificil", me dijo. 
 
Vive en Tartu con su chica y había pasado la mañana mirando un restaurante que está pensando en comprar aquí. Una pizzería, claro, como si yo quisiera montar un restaurante de tapas. El sitio tiene dos plantas y su idea es trabajar en la de abajo y vivir en la de arriba. El dueño, de un pueblo a unos 50km del suyo, se muda a Tallinn, donde tiene otro restaurante. 
 
El italiano tiene unas cuantas dudas. 
 
1- El precio. Su compatriota se lo vende por 120.000€. Michele , que así se llama este hijo de Dante, piensa que que es una buena inversión, ya que compraría medio de vida y vivienda por esa cantidad. Yo le he dicho que por ese precio se puede comprar dos o tres pisos en Pärnu o un pedazo de casa con jardín, pero él me dice que el precio le parece correcto, dado que todos los muebles se quedarían, y toda la cocina está montada,  incluido un horno para las pizzas. 

2-Las posibilidades reales de negocio. Michele tenía pensado abrir un local para unas 10 personas, pero este tiene capacidad para 70 comensales. Se le va un poco de las manos. Su idea original era hacer pasta (algo que se le da bien) y venderla en el mismo local. Y si su clientela no va bien (hay otros dos restaurantes italianos en Pärnu, que sepamos) vender pasta a otros restaurantes. 
 
Pärnu puede ser una mina en verano, lleno de turistas alemanes, suecos y fineses, pero en invierno la cosa es más peliaguda. Y el local no está precisamente en el paseo marítimo, así que no se le puede sacar todo el jugo.
 
Seguimos tomando café. Entonces es cuando me cuenta que no maneja la técnica de la pizza demasiado. Que tendría que aprenderla. Su especialidad es otra, un plato parecido a una tortilla pero que se dobla como un calzone y lleva dentro verduras, carne, etc. 

Oh-oh...es todo bastante complicado...

Mi nuevo amigo se fue a Tartu. Espero que le sonría la suerte, aquí o allá.

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