martes, 29 de marzo de 2011

YO NO SOY MIHKEL RAUD

Me dicen continuamente que me parezco a Mihkel Raud, un cantante nacido en 1969 y que es toda una celebridad por aquí.  De hecho es jurado de "Estonia busca una estrella", el OT nacional que además suelo ver con mi novia. Da caña y tiene, según me han dicho algunos amigos estonios la lengua "muy afilada" .Normal, hay cada personaje...

Os dejo con un video de Mihkel, para que juzgueis por vosotros mismos, yo creo que el parecido es muuuy leve. :D


jueves, 10 de marzo de 2011

EL PARO Y UN PERRO MUERTO


Esta mañana celebré mi 34 cumpleaños incribiéndome en la oficia de desempleo de Pärnu. Tengo una reunión el próximo abril con una consultora cuya misión es hacerme encontrar trabajo cuanto antes. Y a partir del día 31, tendo derecho a recibir asistencia médica gratuita. No está mal para empezar.

La señora que nos ha atendido de la Eesti Töötukassa, con pinta de aventajada Ilse (Tigresa de Siberia) estaba de un borde que no podía con ello y se ha levantado un par de veces a imprimir documentos y a llamar por teléfono. De pronto, se ha puesto a llorar. 

Yo me he quedado un poco como "¿comorl?", dado lo poco dados que son los estonios(as) a mostrar su sentimientos en público. 

Se ha disculpado y nos ha dicho que su perro había estado muy enfermo y que le acababan de decir por teléfono que le tenían que "poner a dormir". Nos ha pedido perdón y recordado en voz alta que era "su problema".

Por lo pronto he imaginado a un pobre Terrier, o un Chihuahua suicidándose después de tener que aguantar duros años de numeritos con paté tapa negra.

La ajada señora ha podido contenerse y antes de irnos nos ha mostrado la pantalla de su  ordenador, decorado con un salvapantallas de un enorme San Bernardo tendido sobre la hierba. ¡CUJO! ¡ERA CUJO! 

En el fondo, me ha dado pena.

domingo, 6 de marzo de 2011

MY ESTONIA 2

Justin Petrone, un periodista italo-americano inmigrado a Estonia de la mano de su esposa Epp, tiene parte de la culpa de mi situación. Con su descripción viva y desenfadada, muy amena, de la vida bucólica en parte del país, costumbres (y algunos vicios) en su primer libro My Estonia, me hizo más proclive a la idea de establecerme en el Báltico. Y claro, luego mi propia Epp se quedó embarazada, y seguí la senda de Mr Petrone.

Mi querida gordita me regaló ayer el segundo volumen de este best-seller, My Estonia 2: berry junkies, nordic elves and real estate fever (Mi Estonia 2: yonkis de las bayas del bosque, elfos nórdicos y fiebre inmobiliaria) y he empezado a leerlo con fruición. Para mí, casi se ha convertido en un libro de autoayuda.